sábado, 4 de junio de 2011

Dos opiniones sobre Werther y su trascendencia

Transcribo una opinión personal que podéis leer en su contexto aquí. A partir de ésta podéis reelaborar la vuestra.

En mi opinión, Werther es una obra de fácil lectura, en la que no resulta difícil simpatizar con los vaivenes anímicos del protagonista. Al principio alegre, progresivamente enamorado de Carlota, y después triste y enfermizo por el conocimiento de que nunca podrá consumar su afecto hacia ella, tanto que incluso lleva a los hechos su idea de suicidarse.

Lo más destacable es la forma epistolar de la obra, ya que nos permite observar cómo según las vivencias de cada día el alma de Werther vira en un rumbo distinto. A veces más esperanzada, otras enamorada, otras combativa, aunque finalmente desemboque en un fatal desenlace.

Respecto a la amada, Carlota, considero que está bien reflejada como un personaje maternal hacia sus hermanos menores, que permanece fiel a su prometido Alberto y que en todo momento manifiesta a Werther una simpatía que no va más allá de la amistad durante casi toda la obra. Así todo, al final de ésta podemos entrever que la llama del amor se ha avivado también en ella aunque la intente mitigar en pos de la estabilidad y de las convenciones morales que la sociedad le impone.

En conclusión, Werther y su protagonista son un auténtico paradigma del romanticismo, y se trata de una obra que merece la pena paladear.

Aquí dejo otro texto citado, para ver en su contexto original

Para comprender el efecto que Las desventuras del joven Werther tuviera sobre la juventud alemana del siglo XVIII, hay que considerar que, en una época donde las telecomunicaciones no existían, donde los rankings de libros más vendidos eran algo impensable y donde los libros sólo se recomendaban gracias al boca a boca, este libro se convirtió en un verdadero best-seller. Goethe pasó a ser considerado un maestro por los adolescentes y jóvenes, quienes no solamente imitaban al protagonista hasta en su forma de vestir, sino que en algunos casos se sintieron tan identificados con el joven y desdichado Werther que se dice que hubo una gran cantidad de suicidios.

Opinión personal: Las cuitas del joven Werther es un libro triste, es cierto, pero que probablemente no impacte en los lectores de hoy de la manera que lo hiciera allá por el siglo XVIII. Hay que reconocerle el mérito a Goethe en el sentido de que fue un precursor, aún cuando siglos de romanticismo, melodrama y culebrones nos hayan acostumbrado a los finales trágicos.

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